miércoles, octubre 17, 2007

Negro Veras señala pruebas sobre caso Baninter

Servicios Google

“Esperando la condescendencia de los lectores por las longitudes de estas filípicas, procedo a abordar lo expuesto por el licenciado Vinicio Castillo Semán, cuyas inquietudes parece que no aclaré como debía en mi ponencia anterior”

Por Ramón Antonio Veras / El Caribe


El licenciado Vinicio Castillo Semán, de la barra de la defensa del señor Ramón Báez Figueroa, ha pretendido ripostar mis respuestas a las preguntas que él tuvo a bien hacerme públicamente en torno al Caso Baninter.

Aunque la segunda exposición del Lic. Castillo Semán es una reiteración de la primera, no quiero incurrir en la descortesía de dejarlo con la palabra en la boca.

Según las reglas de etiqueta y protocolo que siempre cumplo muy puntualmente, cuando a uno lo llaman por teléfono no puede colgar hasta que se despida quien llamó.

A tono con esos postulados de los buenos modales, prolongo esta plática que podría dar por terminada ahora mismo con solo decirle al Lic. Castillo Semán, que ya respondí tanto a las preguntas que hizo, como a otras muchas que él no planteó, con la absoluta convicción de que en mis respuestas no hay ni una sola calumnia que me impida entrar al Reino de Los Cielos.

Nada de lo que se ha dicho o escrito en tono acusatorio contra los desfalcadores del Baninter, puede expresar con fidelidad el devastador impacto que las sustracciones registradas en ese banco tienen y seguirán teniendo por varias generaciones en la República Dominicana.

Nada de lo que se ha dicho en los tribunales, ni fuera de ellos, explica puntualmente lo que las francachelas de dos o tres ladrones de cuello blanco le han quitado al país en materia de salud, alimento, educación, vivienda y calidad de vida.

Ningún reporte, queja o acusación de las que se han hecho, delata a cabalidad el costo en dolor, miseria y vidas que debe pagar el pueblo dominicano por los 55 mil millones dilapidados en una juerga saturnal, cuya factura le han pasado al país con la mayor desfachatez.

No quiero proseguir sin hacer un alto para agradecer la generosa hospitalidad e imparcial arbitraje del Listín Diario en la primera respuesta que le envié al Lic. Castillo Semán y para felicitar a ese diario por su excelso compromiso con la libertad de expresión, encomiable valor democrático al que debemos tanta apertura.

Espero que su cálida acogida a mis criterios se prolongue hasta esta entrega y cualquier otra por venir, en caso de que el Lic. Castillo Semán desee prolongar el conversatorio.

Extiendo el reconocimiento al Lic. Miguel Franjul, quien tan dignamente dirige al prestigioso medio y cuya reciedumbre de carácter y alta fibra moral, le permiten navegar airosamente entre los pantanos más engañosos.

Mis respuestas a las preguntas del distinguido abogado Castillo Semán fueron remitidas al periódico Listín Diario el martes 2 de octubre y se publicaron el domingo 7 de octubre. El Licenciado Castillo ripostó el lunes 8 de octubre.

Dado que ambos textos carecen de las virtudes de la brevedad, la diligencia con la que respondió el Lic. Castillo sólo podría explicarse con una de dos variables. O el Lic. Castillo Semán interrumpió su descanso dominical y tal vez ni siquiera pudiera dormir escribiéndome. O el Lic. Miguel Franjul le proporcionó mi escrito antes de publicarlo.

Si ocurrió lo primero, agradezco el interés, pero me preocupa que el Lic. Castillo Semán, vaya a atragantarse con tanta prisa.

La segunda posibilidad me apresuro a descartarla sin averiguaciones. El sólido sentido ético del director del Listín, Lic. Franjul, no le habría permitido incurrir en esa indelicadeza y el orgullo personal del Lic. Castillo Semán, no le habría permitido aprovechar bribonerías de tunantes apocados, ni comportarse como uno de esos niños que tienen que perpetrar un timo hasta para volar un capuchín, habilidad muy apreciada entre leguleyos matarifes, pero desechada por quienes tienen la necesaria autoestima para preferir la rectitud y el buen humor de reírse cuando a un estirado mayordomo inglés con personalidad de yuca jojota, se le sale el refajo y pone en evidencia que es un Roba la gallina.

Esperando la condescendencia de los lectores por las longitudes de estas filípicas, procedo a abordar lo expuesto por el Lic. Castillo Semán, cuyas inquietudes parece que no aclaré como debía en mi ponencia anterior:

Lic. Castillo Semán, sobre el alcance de lo que conozco del caso Baninter, ya hice las explicaciones correspondientes, que según mi parecer son bastante satisfactorias.

Quizás quien está repitiendo mentiras es usted y lo está haciendo mal porque resulta muy poco convincente.

El argumento central de su defensa, que consiste en decir que uno no puede ser condenado por robarse un ganado de 55 mil millones de cabezas en El Seibo, si otro se robó una granja de pollos en Moca, lejos de refutar los hechos los confirma y amplía.

De hecho, si alguien tiene alguna duda sobre las acusaciones a los ejecutivos de Baninter, solo tiene que leer la defensa que usted hace, para que esas dudas se disipen.

Lamento informárselo, pero las imputaciones a los acusados en el expediente del Baninter necesitan algo más que un titular de periódico para ser demolidas.

Si yo fuera usted y estuviera tan seguro de haber hecho esas demoliciones, su representado no andaría ahora mismo metido en frenéticas negociaciones clandestinas de último minuto, ejerciendo presiones ilegales por debajo de la mesa.

Si a alguien ha beneficiado cualquier campaña mediática en el caso Baninter es a los acusados, que han tenido a su favor la timidez, cuando no la complicidad de una prensa irresponsable, demasiado comprometida con las peores causas y que cuando por iniciativa de algunos individuos íntegros que hay en ella, le asoma el impulso de cumplir con sus funciones, suele neutralizarse por acuerdos en las cúpulas, o con chantajes.

Efectivamente, yo aplaudo cualquier inversión que haga el Banco Central u otras dependencias estatales, para prevenir asaltos y rescatar botines extraviados, desde la contratación de guardias de seguridad e instalación de cámaras de vigilancia, hasta campañas educativas para explicarle a la gente que los robos hay que penalizarlos, para que disminuyan las reincidencias.

Mis evaluaciones y opiniones sobre Hipólito Mejía y su gobierno, no están sujetas a interpretaciones suyas y no pierda tiempo con insidias natimuertas que no tienen ningún futuro.

Sepa que para encontrar bocinas, testaferros y chupa medias de presidentes bochornosos, no debe usar prismáticos quien no tiene necesidad de mirar muy lejos.

No he procedido con saña contra el señor Ramón Báez Figueroa. En mi corazón no hay espacio para esa actitud que usted debía identificar sin confusiones porque a lo mejor ha estado en contacto con ella habitualmente.

Los que han procedido con saña, gula y abuso son los asaltantes del Baninter y quienes los acompañan en esa deslucida empresa de defender el saqueo al erario.

Al responder sus preguntas lo he hecho hasta con pena hacia aquellos que con su proceder delincuencial han causado daños tan graves al país.

Mi sentimiento dominante al abordar este asunto no es de inquina hacia el señor Báez Figueroa, sino de indignación por la reiterada impunidad con que se ha asaltado al pueblo dominicano y de inquietud por las consecuencias de un desenlace inicuo, que empuje aún más hacia el despeñadero social.

El caso Baninter no es solamente un problema de perjuicio económico, que de por sí es gravísimo, sino del llamado al desenfreno que implicaría una consagración de la impunidad a ese nivel y de ese tamaño.

Sobre los puntos que usted replantea, ratifico y añado:

1.-Sepa usted, Lic. Castillo Semán, que a menos que cuente con los poderes del mago Merlín, no va a borrar al Lic. Luis Emilio Aurich del expediente del Baninter chasqueando los dedos, ni le servirá una pataleta infantil para modificar la naturaleza ni los significados de los informes presentados por este. Cuando acabe de aceptar esa cruda realidad siga leyendo.

El trabajo del Lic. Luis Emilio Aurich, no fue precisamente marginal ni subrepticio como usted afirma ya que para su participación medió un contrato público con validez legal y adscrito a los protocolos correspondientes.

La responsabilidad al respecto, le corresponde a la Suprema Corte de Justicia, que fue la que pagó los servicios. Toda discusión sobre el particular cae dentro de la categoría de mera necedad, porque el contrato se explica por sí solo. No lo inserto aquí in extenso, porque no quiero abusar de la condescendencia del periódico, ni de la de los lectores, pero léalo donde dice que el Lic. Aurich se contrata "para desempeñar servicios de asesor-consultor técnico".

En consecuencia, ese profesional no fue contratado para realizar ninguna auditoría contable o informática. Su tarea consistió, tal y como especifica el contrato, en interpretar y procesar parte de la documentación probatoria, principalmente la que se encontraba en poder del Juez de Instrucción del Primer Grado, que requirió a la Suprema Corte de Justicia la contratación del perito, a lo que esta accedió, convirtiéndose ella en la parte contratante.

Basta con examinar los 50 reportes o informes remitidos por el citado consultor bancario al indicado juez de instrucción, en diferentes fechas, para comprobar la absoluta veracidad de lo afirmado.

Para su edificación, me permito reproducir textualmente el primero de los reportes preparados por el citado consultor al juez en cuestión, donde se muestra con la mayor frialdad objetiva, una de las transacciones del misterioso banco paralelo, cuya existencia usted niega, tal vez porque ese banco fue a parar al mismo sitio donde se desintegraron los 55 mil millones. En este caso se muestra el trasiego clandestino de más de 26 millones de pesos, en una sola cuenta y en un solo día.

"Santo Domingo D. N. 13 de noviembre de 2003.

Señor Dr. Eduardo Sánchez Ortiz.
Ciudad.


Distinguidos señores:

Atendiendo a solicitud que nos hiciera usted, a continuación breve historial de la cuenta corriente No. 0-684252-00-7 titulada "Cuenta de Resultados".
Fue abierta (comenzó a ser operada) el 21/03/2003. –Era manejada por el Sr. Vicepresidente Ejecutivo de Operaciones. –La primera transacción que le registraron fue un cargo (nota de débito) por RD$318,444,719.20.

En esta misma fecha le registraron las siguientes transacciones extraordinarias. –Cuatro cargos (notas de débito) por la suma de RD $8,000,000.00 cada una y un cargo por RD$2,176,755,084.41, transfiriéndole el balance de la cuenta Finanza Empresarial.

Por instrucciones del Vicepresidente Ejecutivo de Operaciones le registraron nota de crédito por RD$4,956,000.00. A partir de esta fecha la cuenta de Resultados asumió las funciones de la cuenta Finanza Empresarial (Consultoría Externa).

Al 30 de Junio del año 2003 estando el Banco bajo el control de la Comisión Administrativa se efectuaron ajustes contables para liquidar el balance de dicha cuenta de resultados.

Para cualquier observación y/o aclaración que considere de lugar, quedamos de usted.

Muy atentamente,

Lic. Luis Aurich, Consultor Bancario.

Esto explica por qué los informes de análisis de cuentas realizados por el especialista Aurich han generado tanta histeria en la barra de la defensa del señor Báez Figueroa.

Los criterios técnicos del Lic. Aurich, detallados en los expedientes, hacen considerables aportes para dilucidar los asuntos relativos a los trapicheos entre los recursos del banco y la cuenta de gastos personales del señor Ramón Báez Figueroa, identificada como "Gaperán, S. A.".

Y también esclarecen renglones, que la defensa habría preferido mantener en las penumbras, en el expediente del caso Listín Diario, en el caso ASTER; en el de Telecentro y Canal 27, en el de la familia García y en otras muchas operaciones calificadas de dolosas, que involucran al imputado Ramón Báez Figueroa.

Por ejemplo, examinan la relación de gastos personales del señor Ramón Báez Figueroa (Gaperán, S. A.) ascendente a la suma de Mil Cuarenta y Siete Millones Doscientos Cuarenta y Cinco Mil Setecientos Setenta y Dos Pesos con Seis Centavos (RD$1,047,245,772.06), cantidad que el pueblo dominicano está pagando ahora mismo, como parte de las deudas que ha heredado del Sr. Báez. En el punto 3 abundaré en detalles sobre el particular.

En conclusión, repito lo que ya dije anteriormente. Los informes del Lic. Aurich, no son la base del expediente contra los imputados en el caso del Baninter, sino que constituyen una herramienta auxiliar, muy eficiente y excepcionalmente reveladora, por cierto, para comprender el movimiento en las cuentas examinadas. La base del expediente son las más de 374 pruebas documentales presentadas por la parte acusadora.

2.- Si usted insiste, Lic. Castillo Semán, no hay ningún inconveniente en que le llame "papelería" a esas 374 pruebas que en originales o en fotocopias fueron depositadas para la consideración de los jueces y que como ya le dije, habrán de archivarse en furgones dentro de las propiedades del señor Báez Figueroa, donde quizás haya espacio para estacionar las flotillas.

Lo que es de temer es que los directivos del Baninter también hayan llamado ligera y alegremente "papelería" a sus registros operacionales y que confundidos con el despectivo término, mezclaran esa "papelería" con el papel de baño y le dieran el mismo uso, haciendo desaparecer 55 mil millones de pesos entre las cañerías y los zafacones de las instalaciones sanitarias.

Por lo demás es risible que usted alegue, como supuesta causa de ilegalidad de las referidas pruebas, el hecho de que entre ellas haya fotocopias, puesto que la mayoría de las 65 "pruebas" incorporadas por la defensa de Báez Figueroa, son fotocopias, de las que, cerca del 40% corresponden a ¡recortes de periódicos!.

Las pruebas de la acusación, fueron el producto, no solo de la iniciativa de los acusadores públicos y privados de este caso, sino de las gestiones que por más de un año realizaron los jueces de instrucción que investigaron el expediente, concluyendo con la atribución de responsabilidad a los correspondientes imputados.

Hasta aquí la primera parte de mis aclaraciones al Lic. Vinicio Castillo Semán

No hay comentarios.: